lunes, 20 de abril de 2015

ACTIVIDAD 2.1. “RELACIONES FAMILIA Y ESCUELA”.

INTRODUCCIÓN.
La formación de los niños y de los jóvenes en valores es una misión fundamental de la escuela y de la familia y una preocupación prioritaria de todos los agentes sociales, por su responsabilidad en la formación de las nuevas generaciones.
Las dificultades en las relaciones entre familias y escuelas vienen dadas desde un primer momento por la rivalidad existente entre la familia tradicionalista que se basa en los particularismos de esta y la escuela modernizadora.
LA FAMILIA.
El cambio de la familia.
La familia ha cambiado mucho a lo largo de los años, hemos pasado de una familia tradicionalista, como mencionaba antes, a familias cuanto más diversas debido a rasgos como la reducción del autoritarismo dentro de estas o familias extranjeras, homosexuales, así como también el aumento por la preocupación de la educación de sus hijos.
En la familia se han fortalecido los valores familiares de solidaridad, compenetración, creencias en la necesidad de hogar con padre y madre para el niño, etc. Pero, al mismo tiempo, se defiende la autonomía y libertad individual, se está en desacuerdo con la necesidad de normas morales a las que todos deban ajustarse, y se quiere, en definitiva, espacios de maniobrabilidad, sin aceptar puertas cerradas, y con un fuerte aumento de la tolerancia hacia conductas que hace años no gozaban de legitimidad.
Los hijos pasan desde muy pequeños a largas horas en contacto con otros agentes de socialización, por lo que la familia ya no asume sola esta función y la comparte o transfiere a otros agentes.
Según Redding (1991), existen tres tipos de familias que se relacionan de formas particulares con la escuela:
-          Familias tipo I. Economía de subsistencia y sujetas a las demandas del trabajo. Obligan a sus hijos a trabajar y el papel de la escuela se traduce por liberar a los hijos de sus familias. Éstas no tienen una actitud negativa hacia la escuela, pero tampoco tienen tiempo para dedicar atención a la educación escolar de sus hijos.
-          Familias tipo II. Economía industrial. Las metas de la escuela y la familia convergen buscando ambas que el nivel educativo de los hijos mejore la situación económica de los progenitores. La familia asume los valores del sistema y un mayor protagonismo en la educación de sus hijos.
-          Familias tipo III. Economía post-industrial. Invierten poco tiempo en las tareas de crianza de sus hijos ya que ven que limitan sus propósitos adultos de realización personal. En este tipo dicha responsabilidad de educación de los hijos la asume la escuela (o eso esperan).
Participación de la familia en la educación.
La influencia socializadora de la familia es de primer orden, ya que el eje central de la socialización primaria consiste en que los niños desarrollen los vínculos afectivos con los padres y hermanos y así vayan adquiriendo un contacto con las pautas y normas de conducta por medio de su percepción de la conducta de los demás. Los padres son la principal fuente de referencia para la socialización de los hijos a través de la transmisión de creencias, valores, actitudes, pautas de comportamiento que incidirán en su desarrollo personal y social.
El papel de la familia hoy en día en la escuela se puede tratar desde dos puntos de vista:
-          Individual. Los padres acuden a la escuela a recibir información de sus hijos por parte del profesor. (Grupo más común).
-          Colectiva. Trata la participación sobre los asuntos generales del centro escolar desde la elaboración democrática de las normas de convivencia a la aprobación de la programación general anual.
LA ESCUELA.
La escuela, en cambio, se ha basado en unos valores como la cientificidad, el laicismo o el espíritu crítico, dichos valores chocan en gran medida con los de la familia que pueden ser el arcaísmo, los prejuicios y la superstición.
Según Sosa (2009), los centros educativos fueron creados para favorecer el desarrollo de los niños y servir de apoyo y ayuda a las familias a educar a sus hij@s.
La transformación de la escuela ha sido significante para toda la población, ya que desde un primer momento sólo tenían práctica de esta los hijos blancos de propietarios y profesionales. Silenciosamente este grupo poseían el derecho a la educación se van incorporando diferentes grupos.
A partir de 1970 con la Ley de Educación, la situación cambia ligeramente a mejor, la educación general básica pasa a ser gratuita y obligatoria.
Es en 1991 con la LOGSE, cuando la educación secundaria es obligatoria.
RELACIONES ENTRE FAMILIA Y ESCUELA.
Según Jordi Garreta Bochaca y Núria Llevot Calvet, las relaciones entre la escuela y la comunidad son contempladas actualmente como un factor de gran importancia en la educación del alumnado. La educación empieza en la familia y se prolonga en la escuela, y una buena educación exige el conocimiento del medio en el que viven los alumnos, así como la representación de éste en la vida escolar.
Según Sarramona (2002), son los padres los responsables legales y morales de educar a sus hijos, ya que la escuela no puede ni debe suplir esta responsabilidad. Por ello, se necesita la participación de las familias dentro del contexto escolar.
Con el paso de los años, la necesidad de implicar a las familias en la vida de los centros educativos se hace más notorio debido principalmente a que las responsabilidades de las familias tienen con sus hijos, también debido a que la escuela se pueda ver incapacitada para dar respuesta a las demandas educativas de la sociedad. (Bolívar, 2006).
En definitiva, es difícil delimitar las acciones de la familia y del centro educativo; los profesores deben invitar y facilitar la participación de las familias en el centro educativo, de modo que la familia sea protagonista del día a día de sus hijos y participes de los aprendizajes de estos; familia y profesorado deben verse y definir los roles que van a representar; por último, escuela y familia deben favorecer la construcción de un ambiente más relajado y de mayor confianza.
CONCLUSIÓN.
Las relaciones deberían ser más directas de lo que son actualmente, ya que muchos de los padres de los alumnos ni tan siquiera se preocupan por asistir a las reuniones de información sobre sus hijos. Aún con esto la relación entre familia y escuela seguirían siendo muy flexible, lo que se busca en sí es la participación de los padres en los asunto internos del centro educativo, los padres deben tener voz en la escuela para asumir cambios que lleven a la mejoría del sistema educativo.
Es necesario reorientar y revitalizar las relaciones familia-escuela en la línea de la responsabilidad mutua.
La familia tiene una tarea a desarrollar y los padres han de ser los promotores de esa tarea: el crecimiento de los hijos. La educación permite que los hijos desarrollen sus capacidades y puedan realizarse como personas y ciudadanos. Será el marco de la colaboración entre familia y escuela que este desarrollo será posible.
BIBLIOGRAFÍA.
Bolívar, A. (2006). Familia y escuela: dos mundos llamados a trabajar en común. Revista de Educación, 339, 119-146
España. Familia y escuela: diagnóstico del sistema educativo.1997, p. 82.
Garreta, J.. (2007). Relación familia-escuela. Lleida: Servei de publicacions.
Sarramona, J. (2002). La educación en la familia y en la escuela. Madrid: PPC.
Feito Alonso, R. (2010). Familias y escuela. Las razones de un desencuentro. Madrid.

VV.AA. (2006). Educación y familia: la educación familiar en un mundo en cambio. Madrid.

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